La diferencia entre metáfora y sinécdoque
¿Quieres saber qué diferencia hay entre metáfora y sinécdoque? Estás en el lugar correcto - vamos a por ello.
La diferencia entre metáfora y sinécdoque
Ambos términos son un tipo de tropo (también se lo conoce como figura poética). Sí, tropo. ¿Y eso es? Una figura literaria donde las frases o las palabras se emplean en un sentido contrario al que verdaderamente le corresponde. Es decir, se sustituye un término por otro de contenido semántico totalmente diferente, se produce lo que se llama giro semántico. Hay una gran variedad de tropos. En este caso, nos vamos a centrar en la metáfora y la sinécdoque.
Una metáfora, probablemente recuerdas a que se refiere, es la sustitución de una palabra real por otra de carácter imaginaria. La finalidad de usar metáforas es diversa; podría ser para generar un embellecimiento, un efecto sorpresa, dar énfasis, provocar originalidad a través de lo escrito. Vamos con un ejemplo; el examen de francés que tuve la semana pasada fue un regalo. Significa que, ¿recibí un regalo? No precisamente. Quiere expresar que el examen lo pudo afrontar con demasiada facilidad, y no tuvo inconvenientes para llevarlo a cabo.
Otro tipo de tropo es la sinécdoque. Consiste en señalar un todo con el nombre de una de sus partes, o viceversa. Ejemplo: la corona británica tomó la decisión de incrementar los impuestos. ¿Qué podemos interpretar? ¿Cuál podemos mencionar que es el “todo” y cuál consideraríamos que es la “parte”? Bien. La parte; es la corona británica y el todo; vendría a ser el reino, el pueblo británico, es el que se verá afectado por las medidas tributarias.
¿Cuándo es conveniente usar una metáfora y cuándo una sinécdoque?
En principio, hay que tener en cuenta que, la metáfora es una figura bastante amplia, que muchas veces, se la suele confundir con la sinécdoque.
La metáfora la usaremos, por ejemplo, cuando queremos expresar a través de un concepto, otra situación diferente. Por eso se dice que no denota literalidad sino que se la debe interpretar. Una de las formas más conocidas es por medio de una comparación. Si le digo a alguien, “Tu cabello es de oro”, no estoy diciendo que tiene un metal amarillento con textura blanda en su cabeza, lo que quiero transmitir es que su cabellera la puedo observar de un rubio brillante.
Como hay varias opciones de uso para una metáfora, también los hay para la sinécdoque. Otro uso muy común, es el ejemplo contrario al que vimos anteriormente. “La parte por el todo”, podríamos decir; en la casa tiene cinco bocas que alimentar. Y debería ser, en su casa tiene cuatro personas que alimentar (y no bocas). Se puede observar la sustitución de la parte por el todo (personas).
¡Ahí lo tienes!
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